Alfa Romeo, la firma italiana honró a sus modelos clásicos en Zúrich.

Alfa Romeo es una de las marcas más antiguas y tradicionales del mundo, lo que ha motivado el surgimiento de cientos de clubes y agrupaciones que velan por la conservación de su patrimonio histórico. Y de hecho el mismo fabricante, que habita dentro del Grupo FCA, cuenta con un hermoso conservatorio denominado Museo Storico Alfa Romeo “La Macchina del Tempo de Arese”.

Una larga fila de nobles ejemplares se reunió el pasado fin de semana en los alrededores de Zúrich (Suiza), para celebrar una jornada colmada de pasión y velocidad. El evento se denominó “Passione Alfa Romeo”, y en el tomaron parte varios automóviles legendarios, como un 6C 1750 Supersport Spider Zagato de 1930 o un 33 TT 12 fabricado en 1975; a este bólido de competición lo mueve un bloque V12 de 3.0 litros capaz de erogar 500 CV.

Pero no sólo vehículos de colección estuvieron presentes en suelo helvético, sino que también las últimas creaciones de la compañía. El menudo 4C, así como los contemporáneos Giulia Quadrifoglio y Stelvio Quadrifoglio “NRING”, deleitaron a los asistentes y, sobre todo, a los fanáticos de esta mítica marca.

La compañía fue fundada en 1910 por Alexandre Darracq y Nicola Romeo, en la ciudad de Turín, siendo desde sus primeros años de vida una de las empresas que más participó en competencias de automovilismo. Algunas de sus más célebres creaciones, para la pista, son el 8C 2300 Monza, el imbatible P3 Monoposto y el Tipo 33/2 “Periscopica”.