Prueba: Jeep Renegade AT, una eficiente opción con caja automática
Este ágil integrante de la familia Jeep está construido sobre la plataforma del Fiat 500x, beneficio técnico que forma parte del acuerdo de fusión firmado entre el grupo estadounidense Chrysler y el conglomerado italiano Fiat; de ahí viene la sigla FCA (Fiat Chrysler Automobiles).
El Renegade es el producto más compacto que ofrece Jeep, un tamaño que le ha permitido responder a otras solicitudes, muy diferentes a las que tienen los clientes habituales de esta marca; ejemplares como Wrangler y Grand Cherokee están en otra categoría, muy alejada de la sensata propuesta del Renegade.
En nuestro país la gama está compuesta de cuatro versiones, con precios que van desde $11.990.000 hasta $13.990.000. Los niveles de equipamiento se distinguen con los apellidos Sport y LX, mientras que en la oferta mecánica, aunque resulte extraño, no está disponible la tracción a las cuatro ruedas.
Buen espacio interior
El Renegade exhibe un diseño concordante con su linaje, ya que al lucir el nombre Jeep en su frontal no puede permitirse vestir un ropaje no acorde con su ADN. La carrocería es cuadrada, con los bordes suavizados para estar a tono con las tendencias actuales, pero lo más característico es la mascarilla frontal, con esos clásicos faros redondos y esas siete barras paralelas que le otorgan identidad.
La plataforma mide 4.232 mm de largo, 1.805 mm de ancho y ofrece una distancia entre ejes de 2.570 mm; la carrocería se presenta con 1.690 mm de altura, elevación que permite una amplia superficie vidriada. La línea del techo es recta, mientras que la zaga exhibe un nostálgico formato de luces piloto…con la misma “X” que tenía el bidón de combustible presente en el Jeep que se utilizó durante la Segunda Guerra Mundial.
En la cabina no hay excesos de decoración ni materiales delicados. Más bien se optó por la funcionalidad, los polímeros resistentes y los controles fáciles de operar, características que se agradecen desde el primer momento. Claro que no había necesidad de agrupar tantos botones en el volante, porque este agolpamiento, más que beneficiar a la ergonomía, entorpece la gestión del piloto.
El cobertor textil de los asientos es agradable, especialmente en días calurosos, la empuñadura del volante es gruesa, el cuello de la selectora de cambios es largo, pero los pedales son pequeños y, por ende, cuesta acostumbrase a ellos; si conduce con zapatos de excursión sentirá como si el pie pasara directo al piso.
Es un habitáculo amplio, uno de los más espaciosos de este segmento, con una generosa capacidad de carga (524 litros) y terminaciones de respetable nivel. Todo, o casi todo, está pensado para facilitarle la tarea al usuario, sin que importe la complexión del piloto; es un cockpit muy adaptable.
Transmisión automática
Un motor de la familia E-Torque es el que anima a este “todocamino” fabricado en Brasil. Es un bloque de 1.747 cc, capaz de erogar 132 CV a 5.250 rpm y un torque de 185 Nm desde las 4.500 rpm; en otros mercados están disponibles los motores MultiJet y MultiAir, algo que desafortunadamente no sucede en nuestro país. Pero sí está presente la transmisión automática de seis velocidades, conjunto desarrollado por la firma especializada Aisin, y que es capaz de administrar de un modo bastante correcto los erogues de la mencionada planta motriz.
Merced a una suspensión independiente en ambos ejes, el Renegade ofrece un confortable desempeño en la ciudad, escenario en el que, como todos sabemos, el asfalto está lejos de ser perfecto. Los baches los supera sin problema, ayudado por un gran calce de neumáticos (215/65 R16). Claro que noté cierta falta de feedback en la dirección eléctrica, carencia de tacto que se torna aún más evidente cuando se rueda sobre adoquines o caminos de tierra compactada; es necesario acostumbrase a esta particularidad.
El motor entrega buena dosis de energía, tanto para acelerar como para enfrentar caminos ascendentes, en los que necesitamos más torque que potencia. La caja automática diluye parte de ese dinamismo, lo cual es normal, pero de todos modos puedo decir que es una dupla muy bien afiatada.
El sonido del rodado se filtra al interior de la cabina, no de un modo insoportable pero no estaría mal algo más de sello acústico. Con respecto a los frenos sólo puedo decir que trabajan eficientemente, incluso al ser sometidos a los rigores de la ruta off road, y pese a no contar con tracción 4×4, a este Jeep no le asustan los desafíos geográficos…claro que dentro de rangos aceptables de dificultad.
Para redondear mis impresiones, diré que no es el más aventurero de la familia, pero sí el más asequible producto de esta marca. Es perfecto para el usuario “común”, ese que prefiere las correrías urbanas por sobre las campestres y, sobre todo, que busca confort, seguridad y proyectar una buena imagen en medio de las calles.
FICHA TÉCNICA
Precio: $13.990.000
Motor: 1.8L 132 CV / 185 Nm
Transmisión: Automática / 6 vel.
Tracción: Delantera
0-100 km/h: 12,5 seg.
Vel. Máxima: 180 km/h
Rend. Mixto: 11,8 km/l
Largo: 4.232 mm
Ancho: 1.805 mm
Alto: 1.690 mm
Entre ejes: 2.570 mm
Maletero: 524 lts.