Chevrolet Tracker, un SUV compacto que cumple las expectativas

Con este facelift el SUV Tracker confirma sus intenciones de seguir captando adeptos en un segmento que representa el 9% del total del mercado chileno. Hablamos de una cifra considerable de unidades, por lo que prácticamente todos los fabricantes de automóviles tienen un producto que los representa en este nicho; es por eso que el Tracker debe enfrentar una feroz competencia.

El Tracker original debutó en nuestro país en 2013, como un paso previo al modelo Captiva. Al estar basado en la plataforma del Sonic se le define como SUV compacto, es decir que da la talla para competir con un Ford Ecosport y con un Hyundai Creta, dos de los productos más exitosos de la citada categoría.

chevrolet tracker 6

La siguiente prueba la realizamos a la versión AWD LT AT Full, que cuenta con un motor gasolinero de 1,8 litro (138 CV), y que como su sigla lo señala está provista de una caja automática de seis velocidades. Está disponible a un precio de $15.190.000, monto por el que se obtiene el sistema de infotenimiento MyLink con pantalla de siete pulgadas, además de tapiz de cuero ecológico, computador de a bordo, luces diurnas tipo ledes, alerta de tráfico cruzado, seis airbags y frenos ABS.

Diseño exterior modernizado

Con 4.278 mm de largo y una distancia entre ejes de 2.555 mm, el Tracker se presenta como una conveniente alternativa para las familias en formación, con hijos pequeños y cuya rutina diaria les impone actividades en la ciudad y fuera de ella.

En términos de imagen exhibe un diseño mejorado, comparándolo con la propuesta de hace cuatro años, look en el que destaca el frontal con luces angostas y estiradas, además de una espigada parrilla y un robusto parachoques que sugiere buen desempeño en la ruta agreste.

Se mantuvieron intactos los pasos de ruedas prominentes, detalle de cierto modo discutible ya en la primera edición. Tampoco varió el aspecto de la zaga, que se muestra un tanto simplona y poco concordante con el trabajo estético del frontal; lo bueno es que posee un enorme portalón, que permite acceder fácilmente al maletero.

chevrolet tracker 20

El habitáculo es muy amplio, ítem en el que toma seria ventaja con respecto a los rivales que citamos al comienzo de esta crónica. El punto negativo lo aportan esos toscos polímeros que cubren las caras internas del cockpit, plásticos que no contribuyen al agrado táctil y mucho menos al sello acústico; lo bueno es que los ensambles son perfectos.

En la consola central hay pocos pulsadores, lo cual es positivo, concentrándose gran parte de las amenidades del coche en la pantalla táctil de siete pulgadas. El volante es sencillo y fácil de operar, en tanto que la manilla de la caja automática se puede asir sin inconvenientes. Criticable es el pulsador ubicado en el costado izquierdo del pomo, con el que los cambios se intervienen manualmente, solución que torna bastante incómoda la tarea de subir o bajar de velocidades.

Los asientos delanteros ofrecen un alto grado de confort, y lo mismo aplica a la banca trasera. En materia de habitabilidad en el Tracker no se cometieron errores, porque además de espaciosa la cabina considera una gran variedad de esos siempre útiles portaobjetos.

Un espacioso habitáculo

En términos generales el motor de 1.796 cc cumple bien, aunque está claro que una opción más avanzada sería bienvenida…como ese bloque turbo de 1,4 litro y 150 CV que le da vida al Cruze. Pero hay ciertas normas que aplican a los mercados emergentes, como el caso de Chile, lo que me lleva a aceptar el hecho de que no siempre contaremos con lo último de la tecnología.

Hay dos aspectos que, desafortunadamente, no se pueden pasar por alto al momento de conducir el Chevrolet Tracker. Lo primero es el excesivo ruido que inunda la cabina al acelerar, y lo segundo es la perezosa respuesta de la transmisión automática en situaciones adversas, como en las rutas ascendentes o en esos instantes cuando solicitamos aceleración.

chevrolet tracker 16

El impulsor trabaja sosegadamente, a menos de 3.000 revoluciones a 100 km/h. De 120 km/h hacia arriba el rango se incrementa, más de lo necesario, lo que trae como consecuencia que el motor se torne nervioso y, por ende, ruidoso y gastador. En condiciones normales se obtiene un consumo mixto de 10,5 km/l, el que ya es sediento, pero si no dosificamos las aceleraciones el mencionado indicativo se verá seriamente afectado.

En materia de performance no hay cuestionamientos, porque la potencia y el torque están al alcance de la mano. De no ser por la lentitud de la caja la marca de 0 a 100 km/h sería mejor, porque está claro que a este bloque gasolinero no le faltan bríos.

La suspensión es muy agradable, en todos los escenarios, aunque tengo que decir que es en la ruta sin asfalto en donde más se disfrutan sus cualidades. El recorrido es largo, y pese a eso la carrocería no experimenta bamboleos en las curvas; dobla bastante bien, acompañado por una dirección muy precisa. Tampoco falla en el frenado, algo que me sorprendió gratamente.

chevrolet tracker 14

En resumen el Tracker me parece un SUV de buen desempeño, confiable y apto para todo tipo de requerimientos. La tracción integral por demanda torna más sencilla la conducción sobre terreno resbaladizo, aporte a la seguridad que vale su peso en oro. Se cometieron errores pueriles, poco habituales en esta marca, pero aún así la valoración es positiva por lo que me queda claro que este Chevrolet tendrá una muy buena recepción en el mercado chileno.

 

 

FICHA TÉCNICA

Precio: $15.190.000

Motor: 1.8L 138 CV / 178 Nm

Transmisión: Automática / 6 vel.

Tracción: Integral

0-100 km/h: 12,1 seg.

Vel. Máxima: 184 km/h

Rend. Mixto: 10,5 km/l

Largo: 4.278 mm

Ancho: 1.774 mm

Alto: 1.657 mm

Entre ejes: 2.555 mm

Maletero: 306 lts.