Salón de Nueva York 2017: Dodge Challenger SRT Demon 2018, 840 caballos y 2.1 segundos a 100 km/h
El muscle car más rápido de la historia, el tan anticipado Challenger SRT Demon. Los ingenieros de Mopar han logrado extraer 840 caballos de fuerza del motor sobrealimentado del SRT Hellcat, que entrega 707 equinos. Esta cifra se logra usando combustible de competición con más de 100 octanos, y el modo ‘High Output’ puede activarse usando un botón en la consola central, pero si se usa combustible tradicional, este sistema se desactiva automáticamente y entonces tendremos a nuestra disposición 808 caballos de fuerza. Aparentemente, ningún exorcista podrá con este demonio.
Después de pasar tres meses con teasers cada semana, por fin conocemos todos los datos del nuevo auto: 2.1 segundos a 100 km/h, 5.1 segundos a 160, frena de 100 a 0 en 29.56 metros y se devora el cuarto de milla en 9.65 segundos viajando a 225.3 kilómetros por hora. De hecho, el torque al arranque es tal, que ha sido certificado por el libro de Récord Guiness como el único coche de producción en serie capaz de levantar el eje delantero, al más puro estilo de Dominic Toretto en Rápidos y Furiosos.
Para alcanzar estos números, el motor ha sido retrabajado. El supercargador ha incrementado su capacidad a 2.7 litros, frente a los 2.4 de los Hellcat convencionales y aunque el bloque como tal es el mismo, el maquinado se hace con un proceso diferente para soportar los 14.5 psi de presión que genera el supercargador. La velocidad máxima del motor es de 6,500 rpm, aunque la potencia llega a las 6,300 vueltas y la punta de torque, de 770 lb-pie con combustible de alto octanaje se alcanza a los 4,500 giros.
Toda esa potencia es canalizada del motor a un tren de rodaje optimizado, con componentes fabricados en acero de alta resistencia, el diferencial tolera 30% más torque que el de los Hellcat, mientras que las flechas traseras soportan 20% más, gracias también al acera de alta resistencia.
Las llantas son únicas para el Demon, las provee Nitto y tienen medidas de 315/40 R18. Son las únicas llantas de pista que también resultan legales en caminos públicos.
En el bloque también aparece un nuevo cigüeñal, pistones, tren de válvulas y bielas. La caja automática de 8 velocidades ha sido reforzada para soportar la potencia extra y el software se modificó para agregar el sistema Trans Brake, que mantiene la potencia antes del arranque, logrando las bestiales aceleraciones que entrega. Si activamos este sistema, las ruedas traseras disponen de 500 lb-pie de torque en el momento en el que soltamos la paleta de cambios, y el auto sale disparado como una bala, generando 1.8 g´s.
Trabajando en conjunto con el TransBrake, está el sistema Torque Reserve, que cierra una valvula para que el supercargador comience a generar presión antes del arranque. Al acelerar, se optimiza el flujo de combustible y la chispa de las bujías para asegurar que se esté enviando la cantidad perfecta de potencia y torque al eje posterior. Este sistema se activa automáticamente cuando el motor supera las 950 rpm.
Para alimentar al motor con la gasolina y aire necesarios, se usa un sistema doble de bomba de gasolina y la toma de aire es la más grande jamás usada en un auto de producción en serie, con 291.61 cm2 de área. El sistema de aire acondicionado funciona a favor del motor, enfriando el aire que entra antes de enviarlo al supercargador. Un sistema especial mantiene el bloque en la temperatura óptima para evitar sobre calentamientos.
Como en todo auto deportivo, la aceleración depende de dos factores, la potencia y también el peso total del conjunto, por eso, los ingenieros lograron recortar 90 kilogramos frente al Hellcat, eliminando los asientos traseros y el del acompañante, las 16 bocinas del sistema de sonido y usando componentes huecos en la suspensión. También se eliminan los materiales insonorizantes y el alfombrado en la cajuela. Para personas que sí deseen contar con un sistema de sonido y asientos, estos se podrán equipar sin costo alguno.
Finalmente, aparecen las Performance Pages, que muestran en la pantalla táctil de 8.4 pulgadas los tiempos de vuelta, temperatura, presión del supercargador y fuerzas g. En la pantalla también se pueden seleccionar los modos de manejo, para calle o cuarto de milla y activar el modo valet con contraseña, que limita la potencia y desconecta las paletas de cambio tras el volante.
Lo que creemos que empuja a una armadora a desarrollar un auto de bajo volumen con estas características es la necesidad de aparecer en la mente de los compradores, Dodge entiende que no todos podrán hacerse de un Challenger SRT Demon, pero es posible que lleguen a la agencia buscándolo y salgan con algún otro modelo de la marca. Eso mismo pasó en Estados Unidos cuando se lanzó el Hellcat, dicho modelo fue de muy bajo volumen, pero las ventas del resto de la gama del Charger y Challenger incrementaron.
La gente de Mopar siempre ha buscado diferenciarse, haciendo autos radicales y diferentes que están todo el tiempo en la mente del entusiasta, el Demon lo vuelve a hacer porque ahora, siempre que pensemos en un muscle car, vendrá a nuestra mente el logro que este auto supone.
Claro que son muchas las marcas que podrían, con esfuerzo y recursos, haber desarrollado un auto como este, pero fue Dodge quien lo intento, y eso merece reconocimiento. El Demon es mucho más que un Hellcat modificado, todo el equipo de ingenieros de SRT trabajó en él por más de dos años y a pesar de las capacidades del auto, se mantiene la garantía de fábrica, de 3 años o 50,000 kilómetros en defensa a defensa y 5 años o 100,000 kilómetros en tren motor.
Serán fabricadas 3,300 unidades y sabemos que 3,000 serán para el mercado estadounidense, su disponibilidad en el resto del mundo no ha sido confirmada aún.