5 armadoras de superautos que fracasaron en el intento

Crear un vehículo de corte deportivo es algo que a muchas automotrices les gustaría llevar a cabo, sin embargo, el desarrollo de ese tipo de vehículos es todo menos sencillo. Si bien es cierto que en la creación de estos vehículos se tiene que pensar en la potencia, lo difícil realmente es encontrar el equilibrio entre los caballos de fuerza y la gestión de la tracción y transmisión al pavimento. Por otro lado, la difusión y el trabajo de mercadotecnia que llevan estos vehículos debe ser muy atractivo para que las pocas personas que pueden adquirirlo, lo hagan sin complicaciones.

Numerosas marcas lo han hecho muy bien, pero muchas otras no han tenido el impacto y los recursos suficientes para mantener a sus productos en circulación.

DeLorean  

Famoso como pocos, el DMC-12 fue uno de los coches que más nos dolieron ver fuera de circulación. En realidad no era un superdeportivo, pero su apariencia y la forma en la que daban acceso sus puertas lo hacían parecerlo.

A lo largo de su historia se produjeron cerca de 9,000 unidades, mismas que fueron suficientes para mantener la compañía estable por unos años, aunque después de los problemas legales de su fundador John DeLorean, la empresa termino por desplomarse.

TVR

Una marca muy reconocida en Europa por sus productos tan radicales preparados para la pista. Realmente los TVR, sobre todo el Tuscan y el Sagaris, eran muy difíciles de controlar y necesitaban a manos experimentadas para poder sacar todo su potencial.

La marca se declaró en bancarrota en el año 2000 y después de varios meses de incertidumbre fue comprada por un millonario ruso. Según conocemos, la automotriz TVR está muy cerca de volver al mercado con un superdeportivo que hará temblar a propios y extraños.

Fisker

Los problemas le llegaron a Fisker cuando no tuvo refacciones para alimentar a su Karma. El vehículo realmente era bueno y comenzaba a ganar respeto frente a otras automotrices y ante los mismos clientes. Recordemos que presentaba números bastante deportivos, pero que era impulsado cien por ciento por un motor eléctrico.

Dada la falta de suministros, se comenzó a fabricar con poca calidad y eso finalmente disminuyó el flujo de compra. Se dice que Fisker volverá al mercado con un nuevo producto, habrá que ver.

De Tomaso

Al igual que con el DeLoren DMC-12, nos duele la perdida de una empresa tan pasional como De Tomaso. Su vehículo más famoso fue el Pantera, que incorporaba un motor V8 y hacia equipo con una carrocería bastante europea.

A pesar de los excelentes números de venta que tuvo el De Tomaso Pantera, la empresa no supo capitalizar y terminó por declararse en bancarrota. En múltiples ocasiones ha cambiado de propietario, aunque aún no ha llegado el que tenga las armas para regresar al ruedo a una empresa tan histórica.

Mosler Automotive

El dinero no lo es todo, si no nos creen, pregúntenle al empresario norteamericano Warren Mosler quien quiso crear el deportivo de sus sueños y compartirlo al público, pero lamentablemente no fue del agrado de su mercado objetivo.

Sin duda alguna, el Mosler MT900 era rápido y ligero, pero no fue lo suficiente atractivo. Como se podrán imaginar, el costo no era nada contenido y en relación a la fiabilidad y la tradición de un superdeportivo italiano, el americano no tuvo forma de competir.

Después del fracaso con su MT900 el empresario yanqui decidió dejar por la paz su naciente empresa de vehículos rápidos.