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Robert Kiyosaki realizó su primera visita a Chile de la mano de Lamborghini

Santiago, Mayo de 2016.- Sentado en el local de Bentley y Lamborghini en Vitacura, el reconocido empresario y autor de “Padre rico, padre pobre”, Robert Kiyosaki, disfruta de uno de sus grandes placeres: los autos de lujo. Y es que en su primera visita a Chile, impulsada por Conferences y Lamborghini Chile, no podía dejar de visitar el lugar de sus modelos favoritos.

“Me gustan los autos, la gente decía que no los podía costear y mi esposa dijo que no los podía comprar con nuestro dinero, así que no lo hice. Hice una inversión y la inversión es la que paga el auto (…) Mi Bentley es mi oficina, esto por las prestaciones, la elegancia y la comodidad que es capaz de entregarme, en cambio, mi Lamborghini es para disfrutarlo, me sirve como método de relajación y me ayuda a liberar tensiones mediante emociones fuertes. Mi esposa también tiene un Lamborghini, ¿por qué? Porque puede”. Ambos tienen un modelo Gallardo de color naranjo y otro blanco, en versiones Spyder y Coupé.

El exitoso hawaiiano de 69 años, lleva años realizando charlas y entrenamientos que entregan las herramientas y la educación financiera para que todos puedan alcanzar la riqueza, ya que según él, lograr el éxito se basa en cambiar la forma de pensar y de realizar las cosas: “los negocios no son sobre fuerza, sino de apalancamiento, se trata de lograr el máximo resultado, haciendo el mínimo de esfuerzo (…) Yo soy perezoso, no quiero tener un trabajo. Decidí ser independiente para no tener que ir a trabajar, quiero tener activos y no quiero tener un negocio, quiero tener muchos negocios”, comenta Kiyosaki.

Pero como hombre de negocios, también entiende que no todo es trabajo. Y es por ello que en Chile, disfrutó de la velocidad y adrenalina del Lamborghini Huracán, el superdeportivo que integra un motor V10 de 5.2 litros y una transmisión de doble embrague que le permite llegar de 0 a 100 km/h en sólo 3,2 segundos, en el que recorrió nuestra capital. Pero, como él dice, Bentley es su oficina, por lo que también pudo gozar de la performance y comodidad del Bentley Mulsanne, modelo que lo trasladó durante su estadía.

Antes de retirarse del local para continuar con su apretada agenda, Robert Kiyosaki nos comenta cuándo se sabe que ya se es millonario. “Es interesante cuando me preguntan cuando uno se da cuenta que es millonario: definitivamente comprar un Lamborghini o un Bentley es un paso en la vida del éxito. Sin embargo, realmente te das cuenta de que eres rico cuando tienes que viajar con tu abogado y tu asesor tributario”, bromea.